Selección de textos




Ética, Quinta parte, Proposición 20, escolio.


La potencia del alma se define por el solo conocimiento; y la impotencia, en cambio, o pasión por la sola privación del conocimiento; es decir, que es estimada por aquello por lo que se dice que las ideas son inadecuadas. 



Ética, Quinta parte, Proposición 10, escolio.


Al ordenar los pensamientos e imágenes, hay que atender siempre a aquello que en cada cosa es bueno, a fin de que siempre seamos determinados a actuar por un afecto de alegría.



Ética, Quinta parte, Proposición 10, escolio.


Mediante esta potestad de ordenar y concatenar correctamente las afecciones del cuerpo podemos lograr que no seamos fácilmente afectados por los afectos malos.



Ética, Segunda parte, Proposición 13, corolario.


El hombre consta de alma y cuerpo (…).


Ética, Segunda parte, Proposición 13.


El objeto de la idea que constituye el alma humana es el cuerpo, o sea, cierto modo de la extensión que existe en acto, y no otra cosa. 


Ética, Segunda parte, Proposición 15, demostración.


La idea del cuerpo humano está compuesta de estas numerosísimas ideas de las partes que lo componen.


Ética, Quinta parte, Proposición 1.


Según se ordenan y concatenan los pensamientos y las ideas de las cosas en el alma, así exactamente se ordenan y concatenan las afecciones del cuerpo, o sea, las imágenes de las cosas en el cuerpo.


Ética, Segunda parte, Proposición 12.


Todo cuanto sucede en el objeto de la idea que constituye el alma humana, debe ser percibido por el alma humana, o sea, que de esa cosa se dará necesariamente una idea en el alma. Y así, si el objeto de la idea que constituye el alma humana, es un cuerpo, no podrá suceder nada en ese cuerpo, que no sea percibido por el alma.


Ética, Segunda parte, Proposición 21, escolio.


El alma y el cuerpo son uno y el mismo individuo, que se concibe ora bajo el atributo del pensamiento ora bajo el atributo de la extensión.


Ética, Segunda parte, Proposición 7, escolio.


Un modo de la extensión y la idea de ese modo es una y la misma cosa, pero expresada en dos modos (…). Por ejemplo, un círculo que existe en la naturaleza y la idea de ese círculo existente, que también existe en Dios, es una y la misma cosa, que se explica por diversos atributos. Y, por consiguiente, ya concibamos la naturaleza bajo el atributo de la extensión, ya bajo el atributo del pensamiento, ya bajo cualquier otro atributo, encontraremos uno y el mismo orden, o sea, una y la misma conexión de causas, es decir, que se siguen las mismas cosas en el uno y en el otro.


Ética, Segunda parte, Proposición 13, escolio.


Las cosas hasta aquí expuestas (…) no pertenecen más a los hombres que a los demás individuos, todos los cuales, aunque en diversos grados, son animados. Pues de cualquier cosa se da necesariamente en Dios una idea, de la que Dios es causa de la misma manera que de la idea del cuerpo humano. Y por eso, todo lo que dijimos de la idea del cuerpo humano, hay que decirlo necesariamente de la idea de cualquier cosa. 


Ética, Tercera parte, Proposición 2.


Ni el cuerpo puede determinar el alma a pensar, ni el alma puede determinar el cuerpo al movimiento ni al reposo, ni a alguna otra cosa (si es que la hay).


Ética, Primera parte, Definición 2.


Un cuerpo no es limitado por un pensamiento ni un pensamiento por un cuerpo. 


Ética, Cuarta parte, Proposición 7.


Un afecto no puede ser reprimido ni suprimido sino por un afecto contrario y más fuerte que el efecto a reprimir.


Ética, Cuarta parte, Proposición 14.


El conocimiento verdadero del bien y del mal, en cuanto verdadero, no puede reprimir ningún afecto, sino tan sólo en cuanto que es considerado como afecto.


Ética, Cuarta parte, Apéndice, capítulo 11.


Los ánimos no se vencen con las armas, sino con el amor y la generosidad.


Ética, Segunda parte, Proposición 29, escolio.


El alma no tiene un conocimiento adecuado ni de sí misma, ni de su cuerpo, ni de los cuerpos exteriores, sino tan sólo confuso, siempre que percibe las cosas según el orden común de la naturaleza, esto es, siempre que es determinada exteriormente, por el choque fortuito de las cosas, a contemplar esto o aquello, y no siempre que es determinada internamente, a saber, porque contempla muchas cosas a la vez, a entender sus concordancias, diferencias y oposiciones. Pues siempre que es dispuesta internamente de una y otra manera, contempla las cosas clara y distintamente (…).


Ética, Tercera parte, Proposición 11.


La idea de todo aquello que aumenta o disminuye, ayuda o reprime la potencia de actuar de nuestro cuerpo, aumenta o disminuye, ayuda o reprime la potencia de pensar de nuestra alma.



Ética, Quinta parte, Proposición 3.


Un afecto que es pasión, deja de ser pasión tan pronto como formamos de él una idea clara y distinta.


Demostración


Un afecto que es pasión, es una idea confusa. De ahí que, si formamos una idea clara y distinta de dicho afecto, esta idea no se distinguirá más que por una distinción de razón del afecto mismo, en cuanto que éste sólo se refiere al alma. Y por tanto, el afecto dejará de ser pasión.


Ética, Tercera parte, Proposición 3.


Las acciones del alma surgen sólo de las ideas adecuadas; las pasiones, en cambio, sólo dependen de las inadecuadas.

Bibliografía


Fuentes de Spinoza


Spinoza publicó en vida sólo dos libros: los Principios de la filosofía de Descartes (1663) y el Tratado teológico-político (1670).

También había escrito el Tratado de la reforma del entendimiento (probablemente en 1661), el Tratado breve (entre 1650 y 1660), la Ética (entre 1661 y 1675), el Tratado político (entre 1675 y 1677), un Compendio de gramática hebraica y dos textos breves, el Tratado sobre el arco iris y el Cálculo de probabilidades, en fechas inciertas, y finalmente, de 1661 a 1676, alrededor de 50 cartas conocidas hasta ahora, de muy diversa índole.

Las dos grandes ediciones de la obra póstuma son las de Johannes van Vloten y Jan Pieter Land (1882-1884) y la de Carl Gebhardt (1925). Recurrimos a esta última para traducir los primeros textos que aparecen en la Antología.

Las principales traducciones al español de la Ética son la de Atilano Domínguez (Madrid, Trotta, 2000), que es la que seguimos en la Antología, la de Vidal Peña (Madrid, Editora Nacional, 1984) y la recientemente editada de Mario Caimi y Jimena Palacios (Buenos Aires, Colihue, 2022), sin duda destinada a volverse la edición de referencia para todo el mundo hispanoparlante.

Para la correspondencia, se puede consultar la traducción de Atilano Domínguez (Madrid, Alianza, 1988), también utilizada en la Antología.



Estudios


Carl Gebardt

Spinoza

Buenos Aires, Losada, 1940


Martial Guéroult

Spinoza I. De Dieu

París, Aubier, 1968


Alexandre Matheron

Individu et communauté chez Spinoza

París, Minuit, 1969


Pierre-François Moreau

L’expérience et l’éternité

París, Presses Universitaires de France, 1994


Harry Wolfson

The philosophy of Spinoza

Cambridge, Harvard University Press, 1934


Ferdinand Alquié

Le rationalisme de Spinoza

París, Presses Universitaires de France, 1981


Marilena Chaui

La nervura de lo real

México, Fondo de Cultura Económica, 2019


Diana Cohen Agrest

El suicidio: deseo imposible. O la paradoja de la muerte voluntaria en la filosofía de Baruj Spinoza

Buenos Aires, Ediciones del Signo, 2003


Victor Delbos

Le spinozisme

París, Vrin, 2005


Gilles Deleuze

Spinoza. Filosofía práctica

Barcelona, Tusquets, 2001 [1981]


Stuart Hampshire

Spinoza

Madrid, Alianza, 1982 [1951]


Chantal Jaquet

Sub specie aeternitatis. Étude des concepts de temps, durée et éternité chez Spinoza

París, Kimé, 1997


Pierre Macherey

Introduction à l’Éthique de Spinoza

5 volúmenes

París, Presses Universitaires de France, 1994-1998


Leiser Madanes

El árbitro arbitrario. Hobbes, Spinoza y la libertad de expresión

Buenos Aires, Eudeba, 2001


Diego Tatián

Spinoza. Una introducción

Buenos Aires, Quadrata, 2009